¿Y ORIGINAL? TAMBIÉN. 

Cada vez cuesta más sorprender con alguna actividad dirigida a empleados de una compañía, que a la vez de motivar e ilusionar, sea “diferente”. Recientemente, hemos tenido la oportunidad de llevar a cabo, una con las que nos lo hemos pasado genial y que, además, está muy de moda. Se trata del “Haka” reciente premio

Príncipe de Asturias. La actividad consiste en reproducir la danza que han puesto de moda los jugadores de la selección de rugby de Nueva Zelanda, campeones del mundo.

El rugby en sí es un deporte lleno de valores, que exige disciplina y humildad en cada uno de los partidos. Cada jugador sabe que para ganar hay que trabajar en equipo, juntos hacia un mismo objetivo. Todo esto se ve reflejado en la Haka.

Cada vez que los All Blacks juegan, antes del inicio de cada partido realizan el aclamado Haka.

La potencia de sus voces se puede escuchar desde las gradas, que en la mayoría de los casos, permanecen en silencio ante tan glorioso espectáculo. El objetivo es intimidar al equipo contrario, llegando incluso algunas selecciones (Australia, Francia, etc..) a alegar que empiezan a jugar el partido con inferioridad de condiciones después de que los equipos neozelandeses interpreten el haka. Los ‘All Blacks’ son el equipo que más puntos ha conseguido en la historia del rugby, ganando más del 70% de sus partidos, pero también están considerados como los rivales más nobles y hospitalarios.

REACCIONES DE LOS PARTICIPANTES

En primer lugar, incredulidad que en tan corto espacio de tiempo sean capaces de llevar a cabo esa acción que les parece tan complicada

Cierto reparo a hacer esos movimientos y gritos tan extraños Al ver que sus compañeros se “animan” ellos también entran en el rol. Poco a poco aprenden el vocabulario y la coreografía, observando que cuanta más fuerza le imprimen a la acción, mejor les va quedando.

La elección del capitán, les da el último empujón a dejar atrás todos los complejos.

ACTUACIÓN FINAL 

Todos los equipos han creado sus propias versiones y están deseosos de ponerlas en práctica. La totalidad del equipo está integrado y saben que tienen que darlo todo para conseguir un buen resultado

El resultado se refleja en sus caras de felicidad y en ese momento se dan cuenta de lo que han conseguido, cuando en un principio, nadie apostaba por ello.